miércoles, 8 de julio de 2009

De paradojas e hipocresías

Resulta que ahora son demócratas. Los mismos que se empeñan arduamente en destruir la institucionalidad en sus respectivos países, los mismos que a base de ilegalidad han pasado por encima de sus constituciones, ahora se proclaman defensores de la democracia hondureña.
Es una verdadera lastima que Honduras no haya encontrado una salida acertada, apegada a las leyes y a la democracia para defenderse de este nuevo invento latinoamericano: el golpe institucional desde la propia institución presidencial.
Como diría el escritor Manfredo Kempff, en este cuento de realismo mágico escrito desde nuestra región, todo cabe.