Alejandra

Pájaro de fuego que huye de su jaula.
Escapa de los muros aplastantes,
Del viento que lastima,
De la realidad de insoportable claridad: pura, traslucida, que enceguece.

Polvo encendido que alumbra la noche.
Cenizas difuminadas bajo un nombre. Alejandra.

Tu llamado:
Deseo de volar,
Silencio que rompa el silencio,
Noche sobre noche,
Noche sobre los días, de los días.
Sombras definitivas en tu lecho de tierra.

Absurdamente real

Es extraño ver que el absurdo se adueña de la realidad. Que la fantasía tiene tanta cabida entre nosotros, entre las cosas que vemos y tocamos cada día, que sabemos reales. Una especie de realidad fantasiosa, bastante imaginativa, toma cuerpo, se instala y pretende convivir con la heredada de la historia, de las ciencias y del sentido común. Resulta igualmente fantasioso que ambas convivan codo a codo. ¿Cómo habrían de hacerlo? Dos justicias; dos banderas; un país con dos nombres, uno republicano, vivo en nuestras conciencias, otro rimbombante; una parada militar con militares y ponchos rojos; treinta y tantas naciones, un país… A menos que la invensión sustituya fatalmente al orden conocido.
Asustador, que el absurdo se adueñe de la realidad.

Confesión presidencial

Hay que reconocer que las recientes declaraciones de nuestro Presidente en un acto en Cochabamba, descubren, pública y oficialmente, una gran verdad.
El tema cuestionado era el fracaso de su gestión en la industrialización de los hidrocarburos. “No había sido tan fácil industrializar el petróleo, el gas, necesitamos además de tiempo”, dijo
No hay nada más cierto. El Presidente no tiene tiempo a ser malgastado en la transformación estructural de la economía del país más pobre de Sudamérica.
Está muy ocupado en la eterna fundación del estado plurinacional, en superar aquellos desagradables obstáculos de la democracia, (pequeñeces todas, comparadas con sus grandes ambiciones) que le impiden apropiarse de un país como quien se hace dueño de un rancho.
Está tan ocupado el Presidente que, según un informe publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), la política energética del MAS ignora también las necesidades de energía de la poblaciones rurales, a las que se dice representar.
En realidad, en este tema como en otros, son muchas las cosas que el partido de gobierno ignora. Ya lo sabíamos, pero el Presidente acaba de confirmarlo; no tiene tiempo para gobernar.