martes, 31 de marzo de 2009

El cerco

Los más diplomáticos prefieren llamarle vigilia. Lo cierto es que se trata de un cerco, y esto es extraño, es oscuro. Pero es mucho más extraño que se haya convertido en algo tan natural en nuestra vida. Tendríamos que sorprendernos porque estar cercados o cercarnos mutuamente no es normal.
No es normal a pesar de que el lenguaje periodístico defina elegantemente a esta singular medida de presión: “Los movimientos afines al MAS deciden aplicar un cerco al congreso”…
Tampoco es normal que el “cerco” merezca la atención del partido oficialista en el propio Palacio de Gobierno donde parlamentarios del MAS se reúnen con sus “organizadores” para ponerse de acuerdo sobre los detalles que les atañen.
Mucho menos lo es que el vicepresidente de la Republica module la intensidad de las amenazas del cerco según las necesidades y conveniencias del gobierno a vista y paciencia de todos. Luego de tanta declaración nos queda claro que el cerco estará allí donde tenga que estar, pronto a levantarse cuado la escena política lo requiera.
Por otra parte, la palabra “cerco” en si misma es tan negativa: asedio, bloqueo, asalto, ataque…
Definitivamente, no es normal.

domingo, 15 de marzo de 2009

Ingenuos pronósticos

Litio. Autos eléctricos. Víctor Hugo Cárdenas.
Los más candidos e ingenuos pronósticos dicen que Bolivia se convertirá en el medio oriente energético del mundo. La necesidad mundial de construir autos eléctricos que precisan de litio para la fabricación de la baterías que los propulsan, ha suscitado tales auspicios para el país. En cualquier otro lugar poseer casi la mitad de este mineral sería motivo de optimismo. El litio ha revolucionado la tecnología de las baterías, indispensables para los teléfonos celulares o los computadores portátiles. Pero en casa las cosas no son así. Imaginar que podamos aprovechar este recurso natural, que nos proporcione progreso y hasta prosperidad es imposible. Cualquier sentencia comunitaria, amparada en confusos argumentos ancestrales bloqueara todo proyecto. Si a un hombre, un padre de familia, un ilustre ciudadano llamado Víctor Hugo Cárdenas se le atropella sin que el Estado quiera y pueda garantizar sus derechos fundamentales, que se puede esperar que suceda con empresas extranjeras interesadas en explotar el litio en territorio nacional, si a priori las consideramos saqueadoras e indeseables. La única función social que puede cumplir una casa es la de cobijar a la familia que vive en ella. Pero la razón aquí no cabe. Nada puede ser dicho frente a una “justicia comunitaria” que no tiene base en un estudio antropológico o histórico, sino en la imaginación de unos cuantos y cuyo único objetivo es el de la picardía.
Si alguien cree que Bolivia aprovechara su litio, este nuevo petróleo, es porque no conoce el carácter de nuestra sociedad. Pero entre nosotros sabemos como son las cosas: Víctor Hugo Cárdenas y su familia fueron agredidos así como así, expulsados de su pueblo y su casa expropiada. ¿Qué tiene que ver ese primitivismo con los autos del futuro? Nada. Cuando los nuevos vehículos comenzaran a rodar gracias al litio de Chile, Argentina o Tibet, nosotros seguiremos atropellando a nuestros ciudadanos. Porque hoy es Víctor Hugo Cárdenas, mañana será otro.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Mitos

Algunos gobiernos latinoamericanos están constantemente ocupados en la construcción de mitos, en la escritura de un guión que les permita desplazarse cómodamente en los terrenos del poder.
Para cohesionar la sociedad y llevarla a la unanimidad en lo que sea políticamente importante, les es necesario contar una historia. No importa cuán descabellada sea o cuán lejana esté de la realidad. Lo importante es que funcione. Y en nuestro caso, funciona. Los mitos a los que apela constantemente el Movimiento al Socialismo ocupan pesadamente la escena nacional. No hablamos más sobre los temas que más deberían importarnos; no nos preguntamos por la salud de nuestra economía, el estado de nuestra educación, de nuestro sistema de salud. Negocios, oportunidades, innovación, cultura… Todo parece olvidado o más bien, superado por los mitos que alimentan el poder. El de un tiempo inmemorial y prodigioso en el que todo era mejor, interrumpido por la colonia española. El de los peligrosos enemigos: el neoliberalismo y el imperialismo. El de una nación saqueada por la inversión extranjera, ¡vendida!. El mito de la recuperación de los recursos naturales para su salvación. Y ahora que YPFB muestra que está haciendo todo, menos salvarlos, el patético mito de la corrupción obligada, introducida como un veneno por un infiltrado de la CIA.
Y para recordar un mito de las épocas de oposición masista, “ya no corremos el riego de perder nuestro gas en manos chilenas como una vez perdimos el mar” porque ni siquiera podemos abastecer el mercado interno. Pero no importa, estamos ocupados con historias de complot, con la nueva guerra fría que explota, para nuestro orgullo, en el corazón mismo de Sudamérica.

martes, 3 de marzo de 2009

7 de cada 10 bolivianos se ven mestizos…

Según una encuesta patrocinada por el Fondo para la Democracia de Naciones Unidas (UNDEF), el 68% de los bolivianos se considera mestizo.
Los resultados de esta encuesta fueron presentados ayer en La Paz.