domingo, 9 de agosto de 2009

Absurdamente real

Es extraño ver que el absurdo se adueña de la realidad. Que la fantasía tiene tanta cabida entre nosotros, entre las cosas que vemos y tocamos cada día, que sabemos reales. Una especie de realidad fantasiosa, bastante imaginativa, toma cuerpo, se instala y pretende convivir con la heredada de la historia, de las ciencias y del sentido común. Resulta igualmente fantasioso que ambas convivan codo a codo. ¿Cómo habrían de hacerlo? Dos justicias; dos banderas; un país con dos nombres, uno republicano, vivo en nuestras conciencias, otro rimbombante; una parada militar con militares y ponchos rojos; treinta y tantas naciones, un país… A menos que la invensión sustituya fatalmente al orden conocido.
Asustador, que el absurdo se adueñe de la realidad.

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