sábado, 2 de mayo de 2009

Cambiar para empeorar…

Mientras la “gripe A” y los riegos de pandemia a nivel mundial ocupan los titulares de la prensa internacional, a nosotros se nos informa que el presidente Evo Morales aprovechó el feriado del día del trabajador para anunciar la nacionalización de la empresa Air BP, filial de la British Petroleum, encargada de comercializar los combustibles para aviones en todo el país.
En efecto, la empresa fue militarizada y tal como viene sucediendo hace tres años, el primero de mayo en Bolivia dejó de ser la fiesta de los trabajadores para convertirse en el escenario y fecha oficial del espectáculo demagógico del gobierno.
Esta vez Morales “pidió a las Fuerzas Armadas junto a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) intervenir y recuperar Air BP transnacionales (...)” Todo esto, claro está, para darle continuidad al famoso “proceso de cambio” iniciado por el MAS.
Ahora bien, dados los nefastos resultados de dicho proceso, ¿no podrían interrumpirlo?...
Porque basta con observar el estado de YPFB —el escándalo de corrupción y de asesinato que la dominan, la ineficacia de sus operaciones en la provisión domestica de gas, su incapacidad para mantener y mucho menos para aumentar la exploración de pozos—, para que la continuidad del proceso de cambio nos inquiete y preocupe.
¿Qué profesionales de YPFB están capacitados para llevar adelante este negocio?, ¿dónde está la tecnología necesaria para hacerlo? ¿Quién garantizará que la inversión en este sector no se interrumpirá?
Con estas dudas en la conciencia y con la experiencia de la triste suerte que el sector energético vive en nuestro país, surge el temor de que la aeronavegación nacional comience a sufrir la escasez de su combustible.

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